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La puerta de Shamballah (el corazón: la habitación de Dios)


Blog para promover un movimiento interactivo en el marco del trabajo de síntesis, presentado como Pangeosis.
El trabajo de síntesis se concibe para liberar la conciencia
colectiva. Se basa en el conocimiento y el control de la energía universal.
Se refiere a cada ser humano y a su responsabilidad.
Recurre especialmente a los líderes: políticas, sociales, económicos, profesionales, científicos, educativos y sanitarios y espirituales y religiosos.

jueves, 21 de enero de 2016

La restauración del propósito divino y de la Gran Fraternidad Universal

El fondo de la crisis actual del mundo es su falta de coherencia en todos los ámbitos de la vida. Pesa como une fuerza colectiva y ciega sobre la humanidad. Crea confusiones y conflictos. Por un lado está la rigidez de un espíritu conservador y dogmático que idealiza sin discernimiento el orden ya pasado. Por otro lado hay un liberalismo desenfrenado de un espíritu idealista personal y grupal, que anticipa la perfección  de la vida, generalizando la proyección de la visión de sus propias ideas como ideal para todos. Por un lado necesitamos  la enseñanza de nuestras experiencias para incluir la justificación de un cambio de los acervos del pasado. Por otro lado nuestros ideales serán irrealistas e ineficaces cuando no preveemos sus consecuencias en la evolución del conjunto de la vida humana. Es difícil para la mente analítica unir estos dos polos que parecen incompatibles.

Esta falla de coherencia en nuestra visión de la unión de la vida incita a muchos de entre nosotros a actuar sobre todo según nuestra sensibilidad. Nos empuja a limitar nuestras acciones en primera instancia para obtener solamente lo que comprendemos como nuestros intereses y prioridades sin tener cuenta a los demás. A veces damos más importancia a los valores del pasado, a veces más a  los ideales  proyectados en el futuro sin confrontarnos con las necesidades reales de la evolución del momento presente. En este contexto nuestras convicciones, nuestros ideales y nuestro papel, se dan generalmente por más saludables e importantes que los de los otros. Tenemos pues tendencia a ignorar a los otros y no escucharlos debido a la fe y las convicciones particulares que ya vivimos en una verdad espiritual y religiosa aparentemente superior. Esta falta de solidaridad y de mirar más allá del horizonte de nuestra propia mente limitada, para intentar  incluir y facilitar el papel de los demás, nos trae fatalmente, frustraciones, distorsiones, injusticias y conflictos. Alimenta la masa de las fuerzas ciegas y manipuladores en la sociedad. Se explica con nuestra ausencia de una conciencia colectiva que converge  hacia la unión y la coherencia entre los diversos papeles y expresiones de la vida.

En realidad, exigimos de una manera egocéntrica, individual o grupal, que el otro venga ante todo hacia nosotros  y acepte primero el escucharnos, sobre todo cuando tenemos fama, diplomas o un  papel de responsabilidad oficial. No quiere decir que haga falta permitir que se pueda explicar cualquier cosa en cualquier momento. Hay un tiempo para todo. Pues, toda forma que monopoliza la comunicación como   condición previa de sumisión es una forma de abuso de poder y de no respeto a los valores humanos. Hace que la comunicación solidaria entre iguales sea difícil, incluso imposible. Expulsa los valores universales de la vida que tenemos todos sembrados en nuestros corazones como semillas de la luz de la verdad que el fundamento de nuestra vida es nuestra participación en su unidad. Así, la unión fraternal de todos los seres de todos los universos existe por encima de nuestras convicciones y diferencias desde el principio de la creación. Nuestra unión es la esencia de la Gran Fraternidad Universal y es la razón de nuestras vidas. En la evolución individualista de su mental, el ser humano ha olvidado casi completamente esta realidad que formaba parte de las enseñanzas espirituales tradicionales de civilizaciones olvidadas.

La búsqueda de esta unión con respecto a la confección de los distintos papeles y niveles de expresión de nuestras vidas es el sentido y el objetivo de la ciencia y conciencia de síntesis. En realidad, es el verdadero sentido pluridimensional y espiritual de la palabra “ecumenía”. Su objetivo es habitar de manera solidaria y fraternal como una familia unida, en la casa tierra bajo el mismo techo celeste (oiko' oumene, parte habitado). La verdadera interpretación de esta palabra  va más allá de una interpretación religiosa estricta. Tiene también una connotación cósmica.

Estamos iniciándonos en la maestría de la ciencia y conciencia de síntesis. Ya sea el papel de un avatar mundial anunciado o de un maestro espiritual europeo, todavía no reconocido mundialmente como tal, y su relación con el retorno del Cristo y del espíritu de Jesús. Mientras tanto, el propósito de nuestro trabajo de síntesis es muy realista y claro: transformar la división del mundo en armonía mediante la creación de una conciencia colectiva de solidaridad en la perspectiva de realizar concretamente la restauración del plan divino para la humanidad. Concretamente es la restauración del plan de la Gran Fraternidad Universal. Gracias a la toma de conciencia colectiva de que la humanidad forma un solo cuerpo,  como Jesús decía, con una diversidad de niveles de conciencia y de papeles, será posible que todos los hijos e hijas de la tierra quieran de nuevo unirse en la paz del Espíritu Crístico del Principio Uno de la vida, por encima de sus particularidades individuales, familiares, regionales, nacionales y continentales en el respeto a los valores humanos universalmente reconocidos por la unión de sus naciones.

El mundo necesita pues un cambio de conciencia. Poner de manifiesto que nos indignamos por las injusticias que causan las incoherencias en el mundo, no es suficiente para que ellas cambien a tiempo, antes de que acontecimientos destructivos y fatales nos recuperen (a causa de previsiones proféticas no tenidas en cuenta). El ser humano, responsable y consciente de esta situación de bloqueo no tiene otra solución pacífica que la de emprender acciones de convergencia, que unan a las personas y grupos dispuestos a unirse en alianzas voluntarias y concretas de solidaridad. Demanda simplemente estar  de acuerdo en trabajar de una manera solidaria y libre para la transparencia de la vida, mediante una  armonización progresiva entre todos los seres humanos. Además, la transformación positiva y progresiva de la vida diaria no puede hacerse sino gracias a la simplicidad, la claridad y la verdad de este objetivo.  
Sera  solamente con la simplicidad de un espíritu solidario de una unión concreta y creciente, que podremos abrir la puerta de la comprensión total del camino que nos conduce hacia los distintos niveles y moradas del Espíritu de Verdad. Nuestro mundo actual parece ser como un espejo nebuloso. No obstante, se encuentra en el momento crítico del desafío de su efervescencia para formar,  gracias a nuestra unión, un nuevo punto de luz sagrada (como planeta sagrado conectado a Venus) del universo (la unión en nuestro mental o su acción de síntesis revela el secreto de crear gracias a la reacción transcendente del poder fusional  que genera). Nuestro planeta volverá así a ser de nuevo una baliza (//valiza) de liberación en nuestra ascensión hacia el Punto Omega de nuestra unión transcendente individual y colectiva con nuestro Principio Creador común. Es el principio de la revelación del camino común hacia el Padre que Jesús anunciaba hace dos mil años.
Este movimiento de acciones de convergencia recurre a un mínimo crítico (como fermento) de grupos y personas interactivas, dispuestas a formar una visión de síntesis o de unión en cumplimiento de las diversidades humanas. Una mayor coherencia de solidaridad en el mundo pide que se realicen investigaciones sobre el valor de todas sus diversidades. Mediante una crítica positiva podríamos comprender mejor las lecciones de la verdad de los  valores de amor y sabiduría de cada uno.   Debemos proyectarlos en el marco del servicio que prestan al mayor bien del conjunto de la vida en la tierra. Se trata de valorizar la diversidad en función de los valores humanos universales, compartidos por las Naciones Unidas por encima de las diferencias de religión, nación, raza, cultura o historia personal. Figuran en nuestras vidas como igualdad (//bondad), libertad (//dulzura), fraternidad (//paz), solidaridad (//armonía), verdad (//autenticidad), amor (//síntesis, unión diversidad) y sabiduría (// celebración-creatividad). Esta valorización de servicio es también valido para todos los reinos de la vida planetaria.

Estos valores deben encontrar su aplicación más concreta en unas relaciones más justas con nosotros mismos, el otro y el medio ambiente. Supone el dinamismo de un plan concreto de convergencia con un programa de armonización mundial concreta, flexible y evolutiva. Indicaría progresivamente el desarrollo de un nuevo estilo de vida que permitiría a cada ser humano compartir en las necesidades primordiales de la vida (salud física y espiritual, alimentos, techo y garantía de la expresión de su potencial o talentos). Su primer objetivo ya no podrá ser el crecimiento de un sistema económico que domina a toda actividad humana pero con provecho de una manera injusta para una minoría, que necesita un crecimiento incontrolado y ciego de la población, del dinero, del trabajo hecho solamente con la perspectiva de producir y consumir sin límites, sacrificando nuestra supervivencia en la tierra. Su primer objetivo sería  actuar buscando el equilibrio material y espiritual del bienestar de todos.
Reorientaría los objetivos actuales de las actividades humanas hacia una mayor coherencia y respeto y el verdadero sentido de la perfección de su naturaleza divina. La regla de conducta sería “no hacer nada” que se oponga al proceso solidario de armonización de las relaciones humanas. El incumplimiento establecido de esta regla debería llevar hacia la obligación jurídica y moral frente al mundo de restituir los daños causados, si fuera necesario con ayuda y guía.
El nuevo tiempo pide trabajar abiertamente, con toda claridad y autenticidad, en ningún caso contra el viejo orden sino en la perspectiva de elevarlo con respeto. Nos llegó claramente que es necesario actuar en una forma asociativa tan libre, flexible, interactiva y participativa como sea posible. Debe ser capaz de adaptarse directamente a las circunstancias y exigencias del momento para poder superar los bloqueos de los condicionamientos y esquemas fijos, demasiado inmóviles y exclusivos de los poderes del orden viejo. En nuestras convivencias nos llamamos simplemente “grupo de luz (de los hermanos y hermanas de la tierra)”.
Trabajando en la elaboración del espíritu de síntesis para el mundo, se nos revelaba la concreción del propósito divino que se invoca en la Gran Invocación, mundialmente conocido. Hay muchas buenas iniciativas y muchos cambios positivos en el mundo. Pero, sin embargo muchas de estas obras espirituales no estimulan suficientemente de una manera directa y concreta la elevación (salto) del mundo hacia una conciencia colectiva viva de unión concreta.

La fuerza del Espíritu de Verdad llama al realismo de una vida más interactiva. Se comparte, se convive, colabora y se comunica en la perspectiva de la investigación de la elevación del verdadero sentido de la vida para todos. Nada puede ser impuesto, sino des-cubierto probado y creado en relación al conjunto de la evolución permanente de la vida. El plan de convergencia solidaria no conducirá hacia una forma simple de sincretismo de dogmas, reglas, ritos y conceptos particulares a los cuales se podrá dar una etiqueta de universalidad. En realidad, un buen vino no necesita etiqueta salvo para ignorantes. Eso implica reconocer el valor de las diferentes expresiones y revelaciones de la vida para abrir nuestra visión sobre ellas y armonizarlas, si es necesario, con la perfección de la unión fraternal entre todos.

La realización de una Gran Fraternidad Universal necesita de una red interactiva de referencias concretas de solidaridad en diferentes niveles que reconozcan el principio participativo activa de cada uno para la unión de la vida. Formará al mismo tiempo la base de la exteriorización de la jerarquía espiritual y religiosa del mundo, anunciado por el maestro tibetano, Djwahl Kuhl. En realidad, la jerarquía eclesiástica romana actual puede ser comprendida como un primer modelo que debería evolucionar constantemente en el sentido de reconocer que todo servidor del mundo tiene un papel consagrado de sacerdote (Apocalipsis: 5, 10 ) Jerarquía no quiere decir poder imponerse al otro, tan poco a base de una mayoría. Es en primera instancia el reconocimiento del orden de los distintos niveles de conciencia a través de quienes pasamos para servir, guiar y enseñar el camino de la perfección de la unión entre todos. Dan progresivamente la capacidad de valorizar las diferencias de la vida en su justo nivel de servicio a la revelación de la verdad última de amor y sabiduría.
Necesitamos referencias que sean, por encima de nuestras diversidades de conciencia y de visión, a la vez movimientos universales de solidaridad mundial, accesibles a todos, y a la vez centros como plazas giratorias (como nuevos bancos interactivos de la vida) que comunican y enseñan las experiencias y el progreso de convergencia de la humanidad, directamente anclados en la vida diaria, entre otras.
Que su esencia sea que operen de manera interactiva entre ellas como una red solidaria de las diferentes escalas evolutivas de la comprensión concreta de los seres humanos de que todos forman parte de una única conciencia de unión. Lo que provocará finalmente un big bang mundial de fraternidad real. La realización de la Fraternidad Universal es realmente la restauración del plan divino original de Luz (sabiduría), Amor y Poder (de unión) para la evolución de la humanidad.
La humanidad necesita efectivamente nuevas formas de unión para poder transformar las amenazas crecientes de su supervivencia hacia una vida más alentadora de abundancia y alegría para todos. Por eso la importancia de generar esta nueva fuerza cantando el himno de la alegría (Beethoven) que existe en palabras españolas. A pesar de mucha buena voluntad y buenas intenciones de muchas personas, grupos e instituciones, deberán cambiar su actitud de permanecer cerrados en su papel particular, como los únicos y los más importantes. Hay como en nuestros cuerpos una jerarquía de papeles según el tiempo y las condiciones de evolución de la vida. Toda incoherencia con el propósito del plan divino para la perfección de la unión de la humanidad da así un acento particular al mantenimiento del viejo paradigma del predominio de discriminaciones elitistas y exclusivas. Es la causa de las crisis de los poderes del viejo orden establecido. Retenían el horizonte estrecho de la visión humana durante todo el último ciclo planetario. Servía muchas veces  como excusa para imponer intereses y conceptos de transformación sin respeto al otro, y es la causa de un sistema, acumulador de sufrimientos y conflictos permanentes e inevitables.
El acuerdo es la esencia de la cuarta dimensión. En concreto es el resultado de la unión solidaria que expresamos mediante nuestras relaciones. Es la base del salto cuántico. La solidaridad fraternal  transforma los límites de nuestros automatismos de pensar y actuar, según los modelos del mecanismo cuántico del pasado, en una interactividad cualitativa superior, más directa y participativa, abierta y flexible. Rápidamente estimulará la expresión del potencial de nuestra autenticidad (o unicidad) que es lo propio de la quinta dimensión que nos libera de los efectos automáticos o fatales (llamados Karma) de las rupturas que hayamos provocado en el pasado (bloqueos, exageraciones, deviaciones y destrucciones de nuestra unión con la vida que nos quebrantaban nuestro acuerdo con su protección (dharma).
El acuerdo sobre la armonía  de nuestras expresiones da una vibración cualitativa superior a nuestra  conciencia, fundamento de nuestras esperanzas, fe, comprensión y finalmente de nuestra satisfacción (de coherencia),  alegría (del orden), beatitud (de belleza) y plenitud (de unión). Provoca una abertura de nuestras percepciones emocionales y mentales y por lo tanto un cambio de la cualidad de nuestra visión individual. Se abre hacia el horizonte multidimensional de una visión holística, a la vez global y matizada. Es capaz de incluir de una manera justa la plaza de servicio mutuo de todo y todos.

Para perfeccionar la vida, tenemos la libertad de dejar alimentar nuestra voluntad con el dinamismo positivo de la energía mediadora de la cuarta dimensión para unirnos con todo y todos de manera más perfecta y justa  (o en un acuerdo más perfecto). Para ser eficaces, nos hace falta aplicar o explotar conscientemente nuestro potencial, por lo tanto que seamos capaces, con toda la fuerza de amor y de sabiduría que tengamos al servicio de la armonía del conjunto (Jesús, la parábola de los talentos). Es el propósito concreto del plan divino de crear  nuevos acuerdos que realizan un nuevo estilo de vida más simple y coherente, más dinámico y creativo, más bello y más armonioso por medio de una interactividad más solidaria y participativa en nuestras relaciones vitales. La verdadera libertad no es el utilizar cualquier expresión, ni el cerramiento en una atmósfera de purificación estrecha. Che va piano va sano. Practicando formas extremas arriesgamos el cortarnos del potencial de nuestras fuentes de vida para dirigirnos finalmente hacia nuestra autodestrucción si persistimos.

Explicamos en diferentes mensajes el plan para la Gran Transición de la humanidad en el blog Pangeosis: http://pangeosis-es.blogspot.fr/. Se concretiza hasta ahora en el proyecto de la abertura del triángulo energético piramidal del corazón de la tierra, llamada MaRoPa (Madrid-Roma-Paris). Es el principio de una iniciación colectiva mediante una Gran Marcha de Transformación solidaria y continua de la humanidad hacia un mundo vital nuevo en un cielo nuevo. El triángulo MaRoPa se sitúa entre los polos espirituales del mundo, Asia /Lhasa (indica la tierra de los dioses) en el Himalaya (indica el origen de la conexión entre el cielo y la tierra con la bajada de la luz del cielo y su oscurecimiento en la materia terrestre) y Sudamérica /Perú-Titicaca-La Paz-montaña Nevada Illimani (riqueza inmensa del poder de paz  (del Cristo)  en la luz pura de iluminación espiritual del paraíso celestial del hombre vuelto divino o Manu, Manitú, Manesh), objetivo ahora revelado en el camino de la vuelta del ser humano hacia las moradas du su Principio Creador (simbolismo del  gran lago con la isla del sol). El triángulo MaRoPa es la expresión de la convergencia actual de las nuevas y viejas energías. Haciendo la síntesis entre ellas, se revela y se abre el camino de la transformación de la humanidad hacia una vida de paz en un nuevo paraíso terrestre (indicado en el libro del apocalipsis como el reino de mil años). 
Para que la conciencia de la humanidad converja, necesitamos referencias y hechos fuertes, atractivos,  continuos y cada vez más abiertos a su armonización, por encima de todo elitismo y sectarismo de sus miembros y colectividades. Para eso tenemos como objetivo empezar a dar a cuatro lugares de la tierra el epitheton ornans: “de la Fraternidad Universal”. En realidad, no cambiamos o destruimos el pasado. Damos por el contrario una elevación cualitativa y significativa a la vibración de un parte del corazón de la tierra, reconociendo la necesidad para la elevación de la humanidad y tener referencias concretas para elaborar su transformación. En fin, es una continuación simple de lo que se pretendió con las construcciones de las piedras megalíticas o la construcción de las pirámides o también de los templos e iglesias. Se trata en primera instancia de poner las balizas para liberar nuestra adaptación al plan de perfección de la humanidad. Después la apertura del triángulo seguirán otros lugares y acciones y la concretización del programa según nuestros progresos.
El primer paso de este proceso está previsto el lunes de Pascua (28 de marzo 2016 a las 11 de la mañana) para consagrar la montaña de Força Real (Pirineos Orientales, Sur de Francia), centro energético del triángulo MaRoPa. Daremos entonces a este lugar la vibración  de la Fraternidad Universal”. Para realizar la fuerza real del espíritu de fraternidad, que es la solidaridad, tenemos que mostrarlo en concreto a través de nuestras obras.

Nos parece que el objetivo de toda persona o institución, que pretende realizar valores espirituales universales, no puede negar el bien fundado de este proyecto. Se inscribe en la magia blanca de una tradición ancestral de manejar la unión de las energías espirituales y materiales de la tierra para estabilizar el mundo o por lo menos un parte de él (como la posición de las catedrales). Por respeto a todos, nos parecía conveniente e indispensable tomar contacto con ellos, en la medida del posible con el fin de concretar las posibilidades de una colaboración “ecuménica”, voluntaria y libre en total respeto mutuo. Pues nos pusimos en contacto con los representantes de las grandes corrientes religiosas de la región de los Pirineos Orientales esperando que incluyan el alcance del proyecto para la verdad de sus propios objetivos.

Os invito a meditar sobre la plegaria que nos ha llegado para elaborar lo que acabamos de explicar y que recitamos desde nuestro corazón y alma cada mañana desde hace más de veinte años.
Espíritu Creador, Padre y Madre, uno en el Cristo vivo,
despierto como Buda dentro de cada uno de nosotros,
en, por y con Quien somos las experiencias de bondad, dulzura, paz, armonía, verdad, amor y sabiduría,
Lleva nuestros deseos y  voluntad hacia el amor para tu propósito divino
para que seamos vuestra luz en la tierra,
Danos según nuestras necesidades para vivir en paz dentro de la Gran Fraternidad de amor, perdón y  compasión 
Que sane el mal en nuestro corazón
Gracias por la comprensión, recibida de la luz de tu Espíritu de Verdad, en nuestra alma.

Con un abrazo fraternal de nuestro corazón
H (ubert) a.t.ma.fr anc de Wolf
Instructor Hominorum Síntesis (IHS)

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De la ira, productora de decepción, nace la angustia

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La asunción espiritual aclara nuestra memoria por encima de la muerte, instruyéndonos en la síntesis de todos los talentos en el Principio de unión de nuestro Padre Divino: la extra-lucidez del oír, del sentir, del ver, del elegir y del discernir. Son las bases de la creación y de nuestra creatividad.

Unen nuestras pequeñas mentes con el entendimiento del amor inmenso que anima nuestro corazón con la luz del Espíritu-Madre de toda la sabiduría del Padre. Manteniendo está luz focalizada, nuestra alma se eleva hacia el Principio Padre-Madre Creador para despertarnos en la Luz de Cristo-Buda, que hace de nosotros hijos e hijas, manifestaciones de experiencias vivas de esta esta triple unión divina como, hermanos y hermanos divinos.

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